Como hemos visto, el confort térmico depende de variables objetivas, las cuales podemos ir modificando a través de mejores condiciones en la aislación térmica de la vivienda, aumentando la potencia calorífica del artefacto, entre otras acciones. Por otro lado, existe una variable que es más bien subjetiva, y está asociada a la manera en cómo la persona percibe el calor por lo que esta percepción puede variar de una persona a otra.

En ese mismo sentido, es difícil comparar confort térmico utilizando leña o calefacción eléctrica ya que poseen distintas formas de transferir y percibir el calor.  Por un lado, la calefacción eléctrica calienta el aire de la habitación, mientras que las estufas a leña actúan como una fuente de calor  donde tempera en mayor medida lo que está cerca de ella.